miércoles, 20 de agosto de 2008

La busqueda de...

He estado pensando mucho últimamente en la individualidad. Pero no precisamente la individualidad como un acto egoísta y mezquino, más bien en el individuo y su aparentemente inconsciente lucha en busca de…

Cometí el error, que me enseño muchas cosas, de querer analizar el asunto viendo y debatiendo internamente conductas ajenas. Todo eso sin mayores resultados que un círculo de preguntas sin respuestas. Por alguna bendita razón del destino, me llego a la mente analizar mi propia individualidad, mi propia búsqueda de…

Pensarme desde los primeros días de mi vida, reviviendo cada etapa y cambios en términos psicológicos, físicos y personales. Claro todo el tiempo acompañe este proceso, como todos los demás, de escudriñar entre el legado de hombres y mujeres que cientos de años atrás (en algunos casos), los libros.

La conducta humana es evidentemente compleja, pero hay un aspecto que aflora y que es denominador común en todos, la búsqueda de…

Para algunos la libertad financiera, para otros la espiritualidad, podría ser la realización personal en términos profesionales o familiares, en fin cientos de nombres. Pero detrás de cada nombre que le pongamos se esconde la realidad. Todos buscamos disfrazada de lo que nos plazca, la felicidad. Esa búsqueda sin duda es el principio, motivo y a veces causa del fin de nuestra propia existencia, cuando dejamos de sentir esa necesidad de buscar definitivamente nos volveremos desorientados y recurriremos irremediablemente a vivir meramente por instinto.

Esa necesidad de obtener conocimiento, de plantearnos rutas y formas de vida individuales es lo que realmente nos distingue como especie, en fin esa búsqueda de la felicidad es también la inteligencia misma, es el motor de todo. Nos plantearemos una meta como cursar estudios de grado y al finalizar esa etapa tendremos irremediablemente la necesidad de replantear nuestros objetivos, en segundos nuestros intereses, energías y habilidades se verán volcadas a la búsqueda de algo “Nuevo”.

Las demás especies que comparten este planeta con nosotros tienen un patrón. Adquirir habilidades para la supervivencia, demostrar superioridad momentánea con fines de reproducirse (y es la única manera que conocen perpetuarse), salir a buscar comida y ahí sigue el loop hasta morir. Muchos dirán que seguimos un patrón parecido, pero NO. Los seres humanos buscamos algo mas, buscamos dejar un legado individual que permanezca aún cuando ya no estemos, buscamos no solo mostrar superioridad ante nuestra propia especie, necesitamos ser superiores a todas las especies, y de cierta manera lo hemos logrado. Pero después de todo seguimos de manera individual en busca de… La Felicidad.

Quiero alentarlos a que tomen conciencia de eso, y que enciendan esa llama que los ha de impulsar a la búsqueda de su felicidad. Pero sabiendo que esa búsqueda individual, debemos hacerla en un marco de normas comunes de conducta y comportamiento ante una sociedad que espera más de lo que muchas veces podemos o queremos dar. Cito a José Ortega y Gasset en uno de sus manuales instructivos de esos cursos de filosofía que dictara en Argentina, que lo atesoro celosamente, “…uno de los caminos más certeros del individuo en ruta a su felicidad, es el tener o forjarse la oportunidad comenzando por su propia voluntad, de desarrollar su vida sobre una actividad que lo reconforte espiritualmente…”. Yo interpreto del maestro de la filosofía, que debemos decidirnos a vivir de lo que amamos.

No gasten su vida, ganándose la vida. Procuren ser felices sin que esto cueste la felicidad de los demás.

Hasta la próxima.

1 comentario:

Carlina dijo...

Es una realidad latente que se manifiesta en cada individuo de manera diferente por lo que apoyo este analisis tan original que has aportado.