Todo el que me conoce, sabe que no soy muy pro este despilfarro comercial a lo que insistentemente le llaman "Navidad". Pero contrario a muchos otros años en los que solo me sumaba al desenfreno etílico, y trataba de conocer el Dios interno que rige el universo de mi personalidad, esta vez fue diferente.
Estuve todo el fin de semana en casa o en los alrededores, lejos de los usuales compañeros de travesías, y solo tratando de leer entre tragos el mensaje oculto de lo que idealmente deberían ser las cosas. Comprendí que existen tantas formas correctas de ver las cosas y otras tantas, también correctas, de vivir la vida. También aprendí que el Chivas con ciclón y mucho hielo picadito es alucinante.
Pase las mejores navidades de mi vida, indiscutiblemente. Extrañe a los que no estuvieron, disfrute de los y de lo que tenia, pensé en mi pasado lejano y en el reciente, le di una sonrisa a mi presente y me atreví a mirar a los ojos el futuro. Descanse más que en cualquiera de las vacaciones que he tomado en los últimos nueve años, incluyendo unas involuntarias de siete meses, y estoy listo para que las fiestas de nuevo año me sumerjan nuevamente en el mismo espiral psicodélico de emociones que me capturo en las fiestas navideñas.
Ahora todo es mas simple, una guitarra, una canción, una sonrisa y un chivas con ciclón y hielo picadito. Una canción que subliminalmente me cuenta entre tragos, que no importa cual sea el momento ni la circunstancia, siempre habrá una manera y una oportunidad de estar feliz, tranquilo y relajado.
Solo búscala, encuéntrala y úsala!!!.
Hasta pronto.
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